lunes, 31 de agosto de 2009

"Agujetas"-Dolor muscular tardío


Las agujetas es el nombre coloquial de un dolor muscular llamado "Dolor muscular de aparición tardía" acompañado de una inflamación muscular. Aparece como un dolor localizado después de un período de ejercicio intenso tras un período carente de ejercicio. Su síntoma es un dolor intenso y localizado similar al de pequeñas agujas (de ahí el nombre) y suponen una disminución de la movilidad y la flexibilidad durante un periodo entre uno (24 h) y cinco días, dependiendo de la actividad y del historial previo de carencia deportiva. Existen numerosas teorías sobre el origen de las agujetas.


Prevención

No existe un método claro para prevenir y tratar las agujetas a pesar de las numerosas investigaciones. Sin embargo se ha demostrado que los estiramientos musculares previos a la realización del ejercio así como posteriores disminuyen la intensidad del dolor. Es conveniente un calentamiento previo así como el aumento progresivo del nivel de entrenamiento, empezando por ejercicios suaves hasta llegar a los más intensos, de este modo las fibras musculares se preparan para una situación de esfuerzo.

Postratamiento

Se ha realizado una exhaustiva investigación acerca de como tratar las agujetas una vez se producen. Uno de los métodos más empleados en la medicina deportiva es el masaje muscular. La árnica de origen homeopático puede tener algún efecto en la mialgia.

Una idea muy extendida y popular es que el consumo de agua con bicarbonato sódico o azúcar puede utilizarse para combatir las agujetas. Este remedio casero es el resultado de la aceptación masiva de la teoría referente al ácido láctico. Puesto que esta teoría está prácticamente descartada, este método probablemente no evita ni cura las agujetas ni sus síntomas, pero puede provocar basicidad y problemas gástricos. Por lo tanto no debe seguirse un tratamiento de este tipo. No obstante, podemos encontrar un pequeño alivio en la aplicación de frío.

jueves, 13 de agosto de 2009

Síndrome de la rodilla del corredor


DESCRIPCIÓN ANATÓMICA

El tensor de la fascia lata discurre desde su origen en la espina ilíaca anterosuperior (cadera) hasta el cóndilo externo (tubérculo de Gerdy, en la rodilla).

En ese punto, el cóndilo externo de la rodilla, es donde se manifiesta la inflamación y dolor, concretamente de la cintilla ileotibial (se trata de un tendón plano que se forma en la continuación de la fascia lata en su inserción ese nivel).

MECANISMO LESIONAL

Esta patología, se origina al rozar la cintilla ileotibial con el borde del cóndilo externo. Esta fricción es máxima cuando la rodilla se encuentra en flexión unos 30º.

La repetición de flexo-extensiones de la rodilla, provoca microlesiones de las fibras de colágeno. Algunos autores incluso hablan de bursitis de la bolsa serosa sita en las proximidades del cóndilo externo de la rodilla, otros autores ponen incluso en entredicho la existencia de la misma.

Ese dolor en la cara externa de la rodilla, puede extenderse hasta el tendón rotuliano, dificultando así su diagnóstico.

Los sujetos jóvenes y, deportistas que practican la modalidad de carrera a pie de manera regular e intensa, así como los ciclistas, son los más propensos a sufrir este tipo de lesión. Los corredores de fondo son los más afectados por la misma.

FACTORES DE RIESGO Y SINTOMATOLOGÍA

1) Se hace patente durante la carrera, especialmente cuando se marcha en terrenos con desniveles, en ambos sentidos (descenso o ascensión) e incluso subiendo o bajando escaleras. También se agrava al ampliar la zancada. Llegando en los casos más graves a dificultar la vida cotidiana.

2) Un cambio en la superficie de entrenamiento de una blanda a una más dura, puede desembocar en este tipo de trastorno.

3) El desgaste del calzado y la pérdida de amortiguación es también otro de los factores.

4) Genu varum o rodillas en paréntesis.

5) Apoyo del calcáneo en inversión, o calcáneo varo.

6) Disimetrías/mala alineación en miembros inferiores.

7) Debilidad en los abductores de cadera, sobre todo, en el glúteo medio.

TRATAMIENTO

Lo más habitual es optar por un tratamiento conservador:

1) Masoterapia de relajación de la musculatura de la pierna.

2) Electroterapia: ionización cálcica, ultrasonidos, láser, Tens...

3) Ejercicios de autoestiramiento: Cruzar, desde la posición de pie, una pierna sobre la otra, inclinando el cuerpo hacia delante.

4) Cuña posteroexterna en el calzado deportivo, corregir el apoyo, disminuir el apoyo en la zona externa.

5) Reposo deportivo.

6) tRATAMIENTO mÉDICO

7) Crioterapia.

8) Ejercicio para fortalecer la extensión

La posibilidad de una intervención quirúrgica se adopta como última opción, en caso de no mejorar con los anteriores tratamientos.


RECUPERACIÓN Y CONSEJOS PARA EVITAR ESTA LESIÓN


1) Vuelta al ejercicio en terreno llano y blando, y cambiando el calzado anteriormente gastado en ese borde externo.

2) Retomar el ejercicio de manera progresiva con tiempos de marcha rápida y carrera, por ejemplo, 5 minutos de carrera y 5 de marcha.

3) Tapping, con fijación en el punto de inserción en el cóndilo.

4) Corrección de la biomecánica de carrera, se puede mejorar con el uso de plantillas.

5) Fortalecer la musculatura abductora.

6) Bicicleta en sillín alto, trabajo en extensión, evitando flexiones mayores de 30 grados.

7) En natación evitar la braza, por el amplio componente flexor de la misma.